Es el fertilizante con la mayor concentración de nitrógeno. No es absorbido como tal por las plantas, sino que requiere de transformaciones químicas en el suelo. Las mismas se dan en condiciones de humedad y se acentúan a medida que aumentan las temperaturas, aunque en las condiciones del Uruguay, este último factor no es un factor limitante de las reacciones, por lo que en invierno, aunque en menor medida, las condiciones para la transformación están dadas.
En el proceso de esta transformación del nitrógeno de la forma ureica a la forma amoniacal y posteriormente nítrica, hay producción de amoníaco, por lo cual en las aplicaciones en cobertura hay pérdidas por volatilización. Esto explica la menor eficiencia de esta fuente de Nitrógeno frente a otros fertilizantes nitrogenados.